lunes, 21 de junio de 2010

Humedades

Expongo finalmente. Es un galpón muy grande lleno de obras plásticas. Estoy mirando las instalaciones y todo objeto expuesto hasta el fondo esperando encontrar mi trabajo.
Nada tenia que ver con la idea original;
Se me ocurre hacer un Ravage plano transformable.
El presentador de la muestra con sus ultimas palabras dice:

No se olviden de pasar por mi obra "historia del amor y el equilibrio"

Me impaciento, no me encuentro, y me cruzo con Martín.
Continua la búsqueda, al frente y sin rastro, al fondo y un poco mas al fondo hay algo similar a lo que yo haría.

"Supongo que este es mi trabajo"


Justo al lado un flaco de traje muy elegante musicaliza el lugar,
al segundo de empezar a disfrutarlo termina y modestamente se pierde entre el bosque de personas.
De ese mismo vacio aparece una chica, una vieja conocida, ahora crecida y cambiada.
Dice:

_ Pensé que te había visto, que hiciste vos?

_ No se... creo que eso de allá.
Respondo refiriéndome a un negativo de una manguera goteando y otra cosa derramada.

_ Ah mira... son una porquería.

_ Si? Es que en realidad no se que paso, como se convirtió en esto ,
ni que es todo esto .
Fue mi idea y nadie me aviso.

Hasta la novia de Pablo sabia su lugar, se amoldaba perfectamente a ese escenario.
Encuentro la puerta y me voy.
Paso por los amigos de Olmos:
toda una generación de bellas artes charlando con copas en sus manos.
Una charla que no podría equilibrar con humor.

_ Llueve, esta húmedo.

Los rostros ya viejos manteniendo conversaciones solo para entendidos.

Al otro lado de una reja, una frontera de tiempo, alguien me regala un momento olvidado.
Ese fondo desordenado había pasado por varias lluvias, un montón de cajas estaban desparramadas por ahí, olor a cartón mojado.

Cambia el entorno cuando entro a esa casa del fondo.
Es otro lugar: que ya era y había sido mi lugar.
Frente a la cocina paso repetidamente por una mesa redonda trayendo esas cajas que desaparecían bajo la tormenta.

En esa mesa reposaba otra humedad con una taza de café en la mano.
Vuelvo al fondo entre la lluvia y el piso mojado encuentro fotos de recuerdos felices:
Cuando estábamos en las gradas de bellas artes en el 2004,
un grupo de caras locas saltando por las ventanas del mundo.
Otras cuando usaba la campera roja de Rodrigo:
cuando no me daba cuenta que todos usábamos camperas amarillas...
rebaños de locas sonrisas.

_ Me extraño.

Me extraña que todo esto pasara por tantas tormentas y al mismo tiempo se conservara tan bien.
Entro a casa.
Dejo en la mesa todos esos recuerdos y decido acompañarla con un café.
Ana Lía levanta la cara y dice:

_ Llueve.

_ Sabes que pasa Lía... me extraño... lluevo.

_ Lo se Fede, yo también.

Su nariz roja, resfriada, y debajo de la mesa sus pies azules y desnudos.

_ Nena! te voy a buscar unas medias que vi al pasar!
Ponetelas ya!

_ No.

_ No ves como estas?

_ Fede, quiero estar así.













.

No hay comentarios: